Sick of waiting, I can't take it gotta tell ya.

Al llegar al campamento Gavin había caminado torpemente hacia la primera cabaña que había visto abierta, aunque él no lo sabía, la de descanso. Se sentía fatigado y caliente.

- Ya estamos.. - murmuró con la voz ronca a la chica que lo seguía.

La bonita muchacha seguía semi colgada de la espalda del moreno, ignorando el hecho de que él estuviera cansado. Giró su mirada por el lugar, sonriente. - ¿Dónde estamos? - Pregunta, aquella cabaña no era la de un campista claramente.

- No.. no lo sé Taylor.. - murmruró caminando por la cabaña, había una cama grande estilo somnier en una esquina, él se ddejó car allí.

Mailen frunció el ceño, ¿Taylor? Se encogió de hombros para sí misma y lo siguió, sentándose a un lado de la cama con él. Había algo que no le cerraba en la situación, quizás solamente estaba cansado.

No se movió de su postura al terminar recostado. Respiraba irreguralrmente, el sol le había hecho mal.

- Me siento malito.. - murmuró contra las sábanas.

En otro momento, y de seguro en otra situación, se hubiera reído de aquellas palabras tan infantiles a oídos de cualquiera. Pero no podía hacerlo sabiendo que él estaba en mal estado, Mailen se mordió el labio inferior indecisa, jamás había servido para cuidar a los enfermos.

- ¿Qué... qué te duele? - Preguntó ella, con esa inseguridad en la voz heredado de su madre.

Élse volteó para quedar de espadas a la cama, observandola con los ojos enetrecerados, tenía demasaido calor, habían entrado a un horno a su parecer. Gavin se quitó la remera como pudo, quedando en cueros y mostrando ese hermoso torso bronceado y etereo.

Sus cejas se alzaron levemente, apenas notable para cualquiera y mucho menos para él en su estado. Quizás unos paños fríos, eso siempre funcionaba. Su madre siempre había sido así de cuidadosa con ella, y tenía cortas imágenes de su padre haciéndolo también. Aunque eran muy vagas por su corta edad.

- ¿Quieres paños húmedos? - Preguntó otra vez, incapaz de ser lo suficientemente directa y segura como para ir en su búsqueda sin consultarle primero.

Asiente balbuseando algunas incoherencias, se estemecía de chuchos de frío por momento, luego se sofocaba. Gavin hizo una mueca, llevandose la mano a la frente, ardía.

Estaba por ponerse de pie e ir en busca de esos paños cuando vio que él tocaba su frente. Con extrema suavidad quitó su mano de allí, acercándose al rostro del muchacho para asegurarse ella misma de su temperatura. Posó us labios sobre la frente de él, ahora escasa de cabello. Él ardía, y no era broma. ¿Cómo había adquirido tal fiebre en tan poco tiempo?

El sol, la radiaciones, el calentamiento global, la tristeza, el extrañamiento, el cansancio de su cuerpo.. muchas cosas podían pone a un hombre así.

Gavin tomó ese cuerpo que besaba su frente, een un abrazo ferreo.

Eso no lo esperaba, sin dudas. Reprochó apenas audible, pretendiendo saber qué era mejor. Quedarse allí con él, o ir en busca de algo que lo relajara y curara más rápido. No pudo moverse una vez que sintió sus tonificados brazos sostenerla un poco más fuerte, a tal punto de recostarse a su lado sin grandes quejas.

- No me dejes.. - él pucheró como un niño al que le había quitado el chupete. Gavin sudaba frío bajo el cuerpo de la morena.

Ou, mierda. Ella - definitivamente - era tan torpe como su madre con respecto a las responsabilidades, y su indecisión seguía en alto en su persona. Mailen terminó por hacerle caso, abrazándose a él y cubriéndolo débilmente con su propio cuerpo.

- Du... duerme. - Aconsejó, sabiendo que cuando despertaría se sentiría mucho mejor. O al menos esa era la cura que utilizaban con ella.

No puede dormirse así, Gavin seguía sudando y con una gan fiebre, no deliraba por poco.

La castaña sube una mano a la mejilla del muchacho, acariciando con suavidad allí sin saber que hacer. Mordisquea su labio inferior, indecisa.

Se calma con eso, lllevando la cabeza hacia atras, adormilado.