Todo lo que tuve te lo dí, tú no lo dudes ♪

Lleva largo rato paseándose entre los muelles, mirando los pocos barcos ir y venir a sus anchas. No mucha gente llega o se larga de allí, al menos en el momento en que ella está. Patea pequeñas piedras en su camino, deteniéndose frente a una pequeñísima embarcación, al parecer de madera. La observa, sin poder creer que aquello flotara y transportara gente.


-Libre-

Mizah llevaba un largo rato en donde el puerto, mirando y mirando. No tenía deseos de estar en el campamento, había discutido con Led de nuevo por un asunto de sus celos hacia todos. Ella había salido a descargar su enojo en el mar, a calmarse.

Hace sonar sus dedos unos contra otros, mientras aún tiene la vista perdida en la embarcación. No es que realmente esté interesada en ella, sólo esta pensando en cosas sin sentido, y mira sin ver en realidad.

Mizah y Lylou no se lelvaban nada bien la mayorái de las veces todo era porque ella se había acostado con Led poco antes de que Mizah comenzara a salir con él. La pelirroja era celosa con su novio, no enfermizamente, pero sí celosa.

Menea suavemente su cabeza, antes de volver a caminar, saliendo de sus pensamientos turbulosos. Sin querer, su vista se fija en una chica a no demasiada distancia de ella. Frunce los labios ligeramente, reconociendo a la pelirroja al instante.

Su vita se había perdido en una gran fragaa que estaba anclando allí, lista para desembarcar. Mizah miró la escena, callada y a un lado de las personas, siempre distante. Eran pocas las personas que conocían s tibieza.

Niega para si misma, intentando ignorar su presencia. Ella no tiene nada en contra de la chica, pero al parecer esta sí. SUspira entre dientes, caminando a paso lento.

La pelirroja estornudó varias veces, sintiendo un escalofrío molestarla. Ella suspiró, seguro era el agua salada lo que la ponía así. Mizah miró sin interés alguno el cielo, era un bonito día.

Ok, será mejor que salga de allí antes de que la chica note su presencia, si es que no lo ha hecho ya. No quiere problemas, no aquel bonito día de paz que ha tenido.

Mizah volteó sobre sus talones, quizás fuera bueno ir a donde alguna plaza para estar otro rato fuera. Iba a marcharse cuando vió a lo lejos a la última persona que deseaba ver allí. Ella gruñó po lo bajo, más malhumorada.

Rueda los ojos, tarde al parecer. Siente la vista de la chica en ella. Se mordisquea el labio inferior, sin detener su caminar, por el borde de uno de los muelles ahora.

Si se cayera Mizah se pondría muy feliz por mucho que lo callara. Ella la odiaba, no podía ser menos. La pelirroja la miro con ese porte siempre defendivo y enojado de ella.

Desvía la mirada de Mizah, hacia el mar. Sólo espera que alguna vez la chica se olvide de aquello que hace que la odie. Igualmente, ella está en paz consigomisma, ya que no hizo nada malo.

No podía evitar sus celos, una parte de Mizah era vulnerable y desconfiada además de muy insegura. Ella dejó de mirarla para dejar su mirada perdida en la fragata una vez más.

Se mordisquea el labio inferior, en parte algo aliviada. Esperaba gritos y demases, como algunas de las veces pasadas.